Temporada de Huracanes 2023
Durante los últimos años, el mundo ha sido testigo de innumerables desastres naturales, costosos y perturbadores. Es un hecho que los años más cálidos registrados han ocurrido en los últimos años. Los huracanes se han vuelto cada vez más peligrosos al moverse con mucha más lentitud sobre tierra firme, además generan más precipitaciones y producen marejadas ciclónicas más devastadoras a lo largo de las costas.
A medida que la humanidad se da cuenta de que los efectos del cambio climático son una realidad, ¿qué pueden hacer las organizaciones para abordar los desafíos inmediatos de un mundo volátil?
En un mundo complejo y cada vez más interconectado, las compañías deben prepararse con anticipación para mitigar el impacto climático e identificar y modelar los riesgos futuros.
Si bien es prácticamente imposible predecir absolutamente todas las posibles áreas del negocio que pueden verse afectadas por un huracán o desastre natural relacionado al clima, la experiencia nos ha mostrado algunos aspectos que con mayor probabilidad afectan las operaciones.
Preparar un plan de contingencia dirigido a cubrir las necesidades particulares de su empresa es el primer paso. Sin embargo, hay algunos puntos fundamentales que las organizaciones también deben tomar en cuenta. Estos son:
1. Determinar y evaluar su exposición al riesgo ante eventos catastróficos y desastres naturales. La proactividad ante estos asuntos es fundamental.
2. Documentar todo: tomar fotos, vídeos, obtener mapas de zonificación y contar con estimados actualizados.
3. Realizar una lista del personal clave y necesario para mantener el negocio en operaciones, con sus direcciones y números telefónicos.
4. Clasificar las operaciones en categorías funcionales, tales como: finanzas, producción, ventas, administración y determinar cuáles son esenciales para mantener la operación comercial durante la emergencia.
5. Revisar las coberturas y estructuras de los programas de seguros para garantizar que sigan siendo adecuados.
7. Establecer prioridades y considerar alternativas de asistencia financiera (como por ejemplo, los seguros paramétricos o bonos catastróficos) y de acceso a capital.
El impacto del cambio climático tiene numerosos efectos colaterales más allá del daño inmediato a la propiedad y a la infraestructura; también hay que tomar en cuenta los efectos en la cadena de suministro, las telecomunicaciones, la atención médica y gestión de emergencias, el entorno regulatorio vigente y el desplazamiento.